De mi compañero Juan Ramírez.
Las mujeres leen las informaciones de los periódicos digitales con más detalle y orden que los hombres. Ellas lo hacen de arriba abajo y leyendo los títulos y las entradillas de forma completa, mientras que ellos lo hacen en zigzag y saltándose párrafos.
Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por la empresa Alt64, en colaboración con la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), que ha analizado los patrones de lectura que practican hombres y mujeres internaturas durante la consulta de los diarios "on line" de los rotativos "El Mundo", "Abc", "El Periódico", "La Vanguardia", "La Razón" y "La Verdad".
Es la primera vez que se realiza en España un estudio de este tipo utilizando la tecnología "eye tracking" (seguimiento de la mirada) entre las webs y medios de comunicación "on line" de gran audiencia.
Los resultados obtenidos demuestran que un 61% de los usuarios analizados miran la publicidad que contienen las páginas "web" y de éstos, un 52,9% retiene la marca del anuncio. El estudio muestra que, no por incluir mucha publicidad en una página, los navegantes la ven más. En cambio, con poca publicidad, pero realizada en ciertos formatos publicitarios, como el rascacielos lateral exterior o el "banner" superior, se consigue captar la mirada del usuario y conseguir que mire el anuncio. Tanto hombres como mujeres escanean las páginas en busca de palabras o de frases clave y en función de ellas, deciden si leer o no los artículos.
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1 comentario:
Hola tocayo ;-)
Pues, como guerrero del interfaz ;-), opino el estudio que mencionas es, cuando menos, problemático. Diría más: ¡Sólo nos faltaba esto! Cuando, por fin, parecía que el éxito de Google Ads y el fracaso de la publicidad agresora, sale un estudio que parece reforzar a los publicistas más agresivos en algunas de sus creencias fundamentales. Cómo si necesitaran esto...
No critico el estudio en lo que concierne la lectura de artículos, entradillas y tal. Pero sus conclusiones en lo que concierne la publicidad son, cuando menos, polémicas. Por lo menos desde el punto del vista de un guerrero del interfaz ;-). En efecto contradicen el sentido común y resultados de estudios anteriores (http://www.internettg.org/newsletter/dec98/banner_blindness.html). Una de sus limitaciones es que tiene un ámbito muy estrecho. Para empezar son páginas de Web muy específicas, las de unos periódicos, y además tienen todos una estructura y formato relativamente parecidos. Este limitado horizonte y la metodología usada, que impone un cierto tipo de comportamiento al usuario, sesgan los resultados obteniendo un porcentaje de atención a la publicidad muy superior al normal. En efecto este grado de atención a la publicidad, o más bien de ceguera a ella que es lo que suele ser habitual, depende de cómo navega el usuario, lo que a su vez depende del *porqué* lo hace. Y la ceguera a la publicidad es mucho mayor cuando el usuario tiene una *meta* (http://jodi.tamu.edu/Articles/v02/i01/Pagendarm/). Y éste es el caso de la inmensa mayoría: buscan algo, no "navegan".
También es criticable que las páginas de Web en las que navegar estuvieran en un caché y por lo tanto disponibles instantáneamente en vez de que el usuario tuviera que esperar lo normal en una conexión a 512 Ks. Se sabe que el usuario de Internet es notablemente impaciente y que suele molestarse si algo tarda en cargar. El uso del caché impide que los usuarios sufran esta molestia típica de los anuncios gráficos.
Tampoco tiene en cuenta las obvias consecuencias de sus propias observaciones para matizar sus conclusiones. Por ejemplo observan que en algunos casos se "miraban" los banners porque la aparición de éstos distraían el usuario de lo que estaba haciendo. Evidentemente tal distracción no es bienvenida y por lo tanto en este caso la visualización de la publicidad tendrá un efecto negativo ya que predispone *contra* esta marca. En efecto el usuario recordará y asociará la marca anunciada con una molestia, una distracción, una interrupción, una invasión. Para que las conclusiones del estudio fueran significativas se habría tenido que incluir una evaluación subjetiva de la marca por parte del usuario porque una publicidad, especialmente en una página Web, puede llegar a ser un mala publicidad si es molesta. Lo importante no es si se retiene sino *como* se retiene. Si se retiene como un @#~€$%& coñazo, pa mi que no es bueno pa la marca.
Para concluir diré que menudo trabajo nos espera en la Web a los que guerreamos para que los usuarios tengan a su disposición interfaces decentes si los señores de marketing meten la mano sobre este estudio y empiezan a aplicar sus conclusiones en cuanto a publicidad, especialmente si lo hacen fuera del limitado ámbito de éste... Lagarto, lagarto ;-)
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