miércoles, mayo 30, 2007

Sentencia ejemplar

Francisco Frechoso, redactor jefe de El Mundo, fue colaborador de la tertulia de 'La mirada crítica', de Telecinco, durante cuatro años. En su periódico cobraba un complemento salarial de dedicación exclusiva, pero eso no le impedía participar en el espacio televisivo, al igual que ocurría con otros compañeros suyos.

Al día siguiente de la huelga general de 2002, Frechoso intervino en la tertulia y se mostró crítico con su diario, al que acusó de desinformar sobre la incidencia de la huelga en la redacción. Dijo también que se sentía avergonzado por el hecho de que la policía tuviera que cargar con ejemplares de El Mundo para llevarlos a sus lugares de distribución.

Un mes más tarde, Pedro J. Ramírez decidió que los redactores que quisieran participar en tertulias de otros medios deberían tener una autorización del periódico. Frechoso vio rechazada su solicitud con el argumento de que "no sería beneficioso para los interes del periódico", pero otros compañeros suyos sí recibieron el permiso.

Frechoso recurrió a la vía judicial y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dio la razón a la empresa, reconociendo su facultad de exigir a los periodistas que se ajustasen a su línea editorial. Ahora, el Tribunal Constitucional ha fallado a favor de Frechoso y ha sentenciado que las facultades organizativas y directivas de la empresa no pueden dañar un derecho fundamental como es el de la libertad de expresión.

Texto de la sentencia

domingo, mayo 27, 2007

Cien años de soledad

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo..."

Así empieza Cien años de soledad, uno de los libros imprescindibles en mi biblioteca personal. Hoy cumplí el ritual de ir a la Feria del Libro de Madrid, para hartarme de gente y de ver los mismos libros en las mismas casetas de siempre.

Sin embargo, hoy la dediqué bastante menos tiempo del habitual. Fui al mediodía al Parque de El Retiro, di un paseo en barca con la peque y recorrí un breve tramo de la feria. Me detuve en la caseta de la Real Academia de la Lengua y compré la cuidada edición que ha publicado con motivo de los 80 años del autor y los 40 de la genial obra de Gabo.

La leí hace unos 25 años y pienso releerla ahora, revisada y mejorada por el autor, y acompañada de un interesante glosario, un árbol genealógico de los Buendía y varias semblanzas de Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Álvaro Mutis. Todo por menos de 9 euros. Un buen motivo para ir a la feria.

sábado, mayo 12, 2007

You'll never walk alone


¡Menuda diferencia! ¿No se le han puesto los pelos de punta al escucharlo? 45.000 gargantas coreando este himno en Anfield. A su lado, esa letrilla de "las mocitas madrileñas van a ver a su Madrid" resulta patética. La canción es de Gerry and the Pacemakers, paisanos de Los Beatles.

Adivinanza


¿Les dice algo esta canción? ¿Les suena ese vocalista, de nombre Gerry, que se va a golpear la barbilla con el canto de la guitarra de tan alta que la lleva? La solución en la próxima entrada.

jueves, mayo 10, 2007

Un tal Gutiérrez

Llevo toda la temporada aburriéndome en el Bernabéu. Diarra, Emerson, Cannavaro y el sargento Capello se han encargado este año de que la modorra se apodere de mí los sábados por la noche y los domingos por la tarde.

En medio de tanto tedio el único que me reconcilia con el fútbol es él. Entre tantos obreros del balón y expertos en el pase horizontal y hacia atrás su figura emerge como la de un dios.

Es heredero de un cántico bastante zafio y reconocible que otrora perteneció a Míchel. No cae bien a la gente, que le acusa de niñato y pijo. Su desgana y flojera han impedido que llegara a más. Es Gutiérrez. Claro, con ese apellido y entre tanta figura algo tenía que hacer para llamar la atención.

En mi grada no son particularmente amables con ese chico rubio que lleva el 14 a la espalda, pero el domingo pasado con el Sevilla tuvieron que rendirse ante él y aplaudirle a rabiar. Me harté de escuchar comentarios del tipo: ¡Qué clase tiene, es el mejor! ¡Hay que ver cómo ve el fútbol este chico! ¡Lo hace bien donde le pongan! Un poco tarde para darse cuenta de lo buen futbolista que es. Pues eso, el único que me está salvando este año del aburriento es Guti, y Sergio Ramos. Demasiado poco.