viernes, noviembre 21, 2008
La señora del anillo
Al leer las explicaciones ofrecidas por el diario conservador uno se queda de piedra. Aseguran en el rotativo que las dimensiones y los quilates de la joya –una sortija de oro gris con diamantes- podían distraer a los lectores en perjuicio de la protagonista, por lo que decidieron suprimir el anillo.
En agosto de 2007, Le Figaro trucó también otra foto para reducir los michelines del presidente francés, Nicolas Sarkozy. Muy bien, sigan ustedes así. ¿Si deciden entrevistar a Marilyn Manson o Amy Winehouse, retocarán también las fotos para que sus sufridos lectores no se distraigan? Un gran servicio al periodismo, felicidades.
jueves, noviembre 20, 2008
Hablan los maestros
- El periodista de Internet tiene un inmenso poder en sus manos, por lo que debe afinar su sentido de la responsabilidad.
- Internet es un depósito gigantesco de información, pero no de conocimiento. Y lo propio del periodista es transmitir conocimiento para que la gente pueda decidir en libertad.
- Internet tiende a aislar a las personas y eso se manifiesta en un lenguaje propio de Internet. El periodista debe impedir que Internet propicie una ola de individualismo.
- En Internet no hay que hacer un periodismo distinto. En Internet se hace un periodismo multimedia en el que hay que tener en cuenta imágenes, sonidos y palabras. Eso convierte en apasionante el uso de Internet para el periodismo.
- El de Internet es un periodismo que utiliza todos los sentidos. Pero ése es el peligro, quedarse sólo en los sentidos. El periodista debe introducir el lenguaje hacia la inteligencia, hablarle a la inteligencia del receptor de la información.
lunes, noviembre 17, 2008
Observatorio para la crisis
La presidenta de la FAPE, Magis Iglesias, ha dicho que ante esta situación no se puede permanecer de brazos cruzados, y ha confirmado su intención de iniciar una ronda de contactos con sindicatos y empresarios para buscar soluciones y compromisos.
Por su parte, Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), ha hecho suyas estas reflexiones y, aun reconociendo que colectivos como el que dirige tienen poco poder y pocas facultades, ha subrayado que "no podemos quedarnos callados ni resignarnos a lo que se nos viene encima".
Bienvenidos sean observatorios y llamamientos a la unidad y a la acción. Y ojalá sirvan para algo. Sorprende, no obstante, que no hace mucho tiempo, cuando la profesión ya presentaba un alto nivel de precariedad laboral y degradación ética, ningún ilustre prócer del periodismo alzara la voz para quejarse. Todos somos culpables por haber hecho bien poco para regular y dignificar una profesión en estado agónico.