
Al leer las explicaciones ofrecidas por el diario conservador uno se queda de piedra. Aseguran en el rotativo que las dimensiones y los quilates de la joya –una sortija de oro gris con diamantes- podían distraer a los lectores en perjuicio de la protagonista, por lo que decidieron suprimir el anillo.
En agosto de 2007, Le Figaro trucó también otra foto para reducir los michelines del presidente francés, Nicolas Sarkozy. Muy bien, sigan ustedes así. ¿Si deciden entrevistar a Marilyn Manson o Amy Winehouse, retocarán también las fotos para que sus sufridos lectores no se distraigan? Un gran servicio al periodismo, felicidades.
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