miércoles, octubre 19, 2011

El peluquero solidario


 Un buen amigo me ha pasado un texto que circulaba semanas atrás por Colombia.

“Un día, un florista fue al peluquero a cortarse el pelo. Luego del corte pidió la cuenta y el peluquero le contestó: “No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario”. El florista quedó agradecido y dejó el negocio. Cuando, a la mañana siguiente el peluquero fue a abrir el negocio había una nota de agradecimiento y una docena de rosas en la puerta.

Otro día entró un panadero para cortarse el pelo, y cuando fue a pagar el peluquero respondió: “No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario”. El panadero se puso contento y se fue. A la mañana siguiente cuando el peluquero volvió, había una nota de agradecimiento y una docena de panes esperándole en la puerta.

Más tarde, un profesor fue a cortarse el pelo y en el momento de pagar el hombre otra vez respondió: “No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario”. El profesor con mucha alegría se fue. A la mañana siguiente, cuando el peluquero abrió su negocio había una nota de agradecimiento y una docena de libros.

Un día fue un senador quien se acercó a cortarse el pelo y cuando fue a pagar y el peluquero nuevamente dijo: “No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario”. El diputado contento se alejó.
Al día siguiente cuando el peluquero fue a abrir el local, había una veintena de senadores, diputados, concejales y alcaldes con sus familias haciendo cola para cortarse el pelo gratis. 

Esto muestra la diferencia fundamental que existe actualmente entre los ciudadanos comunes y los miembros del "honesto" grupo de ciudadanos que nos gobiernan".