sábado, septiembre 01, 2007

Portada en Wired

Wired es una revista mensual especializada en nuevas tecnologías, que ha tenido entre sus colaboradores a Nicholas Negroponte, fundador del prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y uno de los gurús de Internet, que ahora está enredado en un proyecto para hacer llegar ordenadores portátiles a los niños de los países más pobres.

La Wikipedia dice de esta publicación que desde que vio la luz en 1993 ha sido un gran éxito editorial comparable al de la revista Rolling Stone por su impacto en la sociedad norteamericana.

La enciclopedia virtual asegura también que su contenido editorial se inspira en el teórico de los medios Marshall McLuhan, a quien se le ha otorgado el papel de "santo patrono" de la revista.

¿Y a cuento de qué este preámbulo? Gracias a Mangas Verdes he descubierto este divertimento (apelo a vuestra comprensión para que me perdonéis este ataque de vanidad). ¿Alguien quiere ser portada de Wired? Muy fácil. Pasarse por aquí.

P.D. Lo que se dice en esa portada ficticia es cierto. Bueno, puede que no todo. La verdad es que... ¡vete tú a saber! El tiempo lo dirá.


4 comentarios:

NooN dijo...

enhorabuena por ese aniversario.noon

Manuel dijo...

Gracias, noon, por ser uno de mis más fieles lectores.

nibarcom dijo...

¿pero la portada no es cierta?

en todo caso... ¡enhorabuena!

Una batallita: un gran tipo ese Negroponte (será por el nombre de pila)... gurú para muchos que integramos las huestes de esa "generación perdida" de Multimedia. Cuando termine la carrera (para que no se interprete como "peloteo" a un profe) te contaré mi asistencia a la conferencia inaugural del Milia de 1999 impartida por un tal... Nicholas Negroponte. Ahí acuñamos el dicho "ponte negro, Negro Ponte".
Lo dicho, enhorabuena y saludos.

Nicolás

Manuel dijo...

¡Qué bueno verte por aquí, Nicolás! Pensaba que lo de la carrera era ya historia. Ánimo. Puedes contarme lo de esa conferencia cuanto tú quieras. Seguro que será algo jugoso.
Por cierto, nunca me han gustado los gurús. Quizá se deba a que ya de pequeñito me caía fatal aquel tipo que embaucó a los Beatles y los metió durante algún tiempo en una simbólica cárcel de la meditación trascendental y la espiritualidad. Al menos a Harrison le sirvió para perfeccionar su técnica con el sitar. Pues eso, que no me van ni los gurús, ni los maharishis.
Un abrazo.