jueves, mayo 10, 2007

Un tal Gutiérrez

Llevo toda la temporada aburriéndome en el Bernabéu. Diarra, Emerson, Cannavaro y el sargento Capello se han encargado este año de que la modorra se apodere de mí los sábados por la noche y los domingos por la tarde.

En medio de tanto tedio el único que me reconcilia con el fútbol es él. Entre tantos obreros del balón y expertos en el pase horizontal y hacia atrás su figura emerge como la de un dios.

Es heredero de un cántico bastante zafio y reconocible que otrora perteneció a Míchel. No cae bien a la gente, que le acusa de niñato y pijo. Su desgana y flojera han impedido que llegara a más. Es Gutiérrez. Claro, con ese apellido y entre tanta figura algo tenía que hacer para llamar la atención.

En mi grada no son particularmente amables con ese chico rubio que lleva el 14 a la espalda, pero el domingo pasado con el Sevilla tuvieron que rendirse ante él y aplaudirle a rabiar. Me harté de escuchar comentarios del tipo: ¡Qué clase tiene, es el mejor! ¡Hay que ver cómo ve el fútbol este chico! ¡Lo hace bien donde le pongan! Un poco tarde para darse cuenta de lo buen futbolista que es. Pues eso, el único que me está salvando este año del aburriento es Guti, y Sergio Ramos. Demasiado poco.

1 comentario:

Bustamante Matías dijo...

Bueno... Guti es que tiene demasiados problemas futbolísticos. Es tan inconstante que nunca ha llegado a triunfar y suele destacar cuando entra con el partido empezado.

Si le sumamos que de vez en cuando da patadas cuando no debe o no las da cuando debiera... pues tenemos a un superclase que no ha sabido aclimatarse al deporte de élite.

Y aún así, sigue sumando ceros a su cuenta bancaria, que ya es mucho.